
Mírame... soy tu talón de Aquiles,
soy aquello que no conoce el dolor,
de mi, se asustan todos los males,
soy aquello que siempre tiene color.
Puedes tratar de doblegarme,
hundirme en aguas profundas,
no conseguirás ahogarme,
daré brazadas rotundas.
Pensaras que soy ignorante,
que será fácil dominarme,
prepara tu dicho cortante,
nunca lograras embaucarme.
Lucha, batalla, ruge y pelea,
mi corazón y mi alma de hierro,
te arrollaran cual fina oblea,
pues no fallo, mi blanco no yerro.
A pesar de tu insistencia,
jamas seré por ti batido,
quizá pidas clemencia,
ya todo habrás perdido.
Cuando te des cuenta,
será tarde, habré vencido,
a mí, pagaras tu renta,
tu alma habrás vendido.
Tus muros has visto caer,
ahora, de ti no me apiadare,
creías que no podía vencer,
pero siempre aguantare.
Frente al filo de mi espada,
valientes morirán por su error,
solo su alma quedara vedada,
ya no tendrán ningún temor.