martes, 27 de abril de 2010

Será tu día.




Amanece ya en los verdes campos,
emerge el sol de la clara mañana,
sus rayos inundan de luz los llanos,
y la brisa de la montaña emana.

Abre los ojos y contempla las flores,
los pájaros trinan su dulce melodía,
admira como se invade de colores,
despierta, te saluda un nuevo día.

Abre tu ventana, deja que el sol entre a verte,
los tímidos lazos que desliza por tu persiana,
desperezan tu mente déjate por él quererte,
¡A desayunar! Despertó tu pequeña hermana.

Sal por la puerta, estira tus brazos,
contempla el cielo atentamente,
dibuja una sonrisa en él a trazos,
y píntala bien guardada en tu mente.

Las sombras de ti se alejan tímidas,
a nada temes, muestra, da tu alegría,
a aquello que te dolía ahora intimidas,
respira tranquilo que hoy, es tu día.

sábado, 3 de abril de 2010

La guerra del alma


Un alma en dos partes dividida,
a un lado, tú, al otro, la batalla,
mi cuerpo pide a voces mi ida,
mientras mi corazón por ti lo calla.

Mi mente flota en una nube oscura,
mi corazón vive la locura de amarte,
si parto hoy, perderé toda mi cordura,
pues sin ti nada vale este estandarte.

Para la lucha he sido creado,
caballero torpe y despiadado,
por ti soy tiernamente amado,
de ti tontamente enamorado.

En mi alma dos certeros guerreros batallan,
a un lado mi sed de sangre, al otro tu amor,
por el control de mi cuerpo se enfrentan,
tal vez ambos mueran, mas aún no hay color.

Mi mente quiere guerra, mi corazón, a ti,
no se a quién obedecer, a mi sed, a ti,
recuerdos de la ultima vez vienen a mí,
cuando empuñé mi espada, cuando te ví.

Mi mente ha caído vencida ante mi corazón,
acaba la batalla, un vencedor se proclama,
mi cuerpo vuelve en sí y recobra la razón,
ahora ya entiende que mi corazón te ama.

Dejo caer mi estandarte y mi arma al suelo,
lentamente me giro y te miro allí con calma,
tu rostro está cubierto tras un lloroso velo,
mi corazón por ti, ganó la guerra de mi alma.