miércoles, 19 de octubre de 2011

Información al lector

Actualmente podréis encontrarme colaborando en el blog

http://pensamientosenjaulados.blogspot.com/

En este blog participan algunos jóvenes escritores, si la lectura te gusta... Anímate a hacernos una visita y a dejarnos tus comentarios. Muchas gracias por vuestra visita.

La puerta misteriosa (2ª parte)

Tras aquella puerta, similar pero diferente, a aquella puerta misteriosa que tanto le había costado abrir, se encontraba una bellísima mujer. Pero espera, no, no era una simple mujer, era el primer ángel que aparecía en su vida. A pesar de esto estaba seguro de que era el más bello que podría existir y que jamás podría ver. Al dar un paso hacia ella notó un cosquilleo, anhelaba tocarla, besarla apasionadamente, había caído rendido al amor de sus encantos pero ese cosquilleo no traía nada bueno.




Su cerebro despertaba, aquella visión se esfumaba, poco a poco su alrededor se convertía en humo, había abierto sus ojos, llegaba un nuevo día en prisión. Suena la alarma, hora del desayuno, todos los presos salen de sus celdas y se dirigen al comedor comunitario. Otra vez el mismo desayuno de siempre, un vaso de leche y apenas cuatro galletas, cuando el desayuno termina todos los presos vuelven a su respectiva celda y en su cabeza sigue la misma imagen, aquel ángel. Por sus venas corre la misma sensación que antes de salir de su celda, la ansia de volver a dormir, a soñar, el deseo de que llegue de nuevo la noche. Por más que trata de dormir no hay manera, tendrá que esperar la compañía de la luna.



La alarma suena otra vez para la hora de la comida y el mismo ritual. La tarde pasa más rápido de lo que esperaba, la luna asoma en el horizonte y con ella vuelve la esperanza. Aún tarda en dormirse, la agitación por verla no le deja. El cansancio hace preso a su cuerpo, sus párpados se caen y al fin está de nuevo dormido. Vuelve de nuevo su sueño, aquella puerta que ahora sabe cómo abrir, cierra sus ojos e imagina que desaparece. Una vez más la puerta y el muro desaparecieron y los prados y aquella cabaña volvieron. Esta vez su ángel estaba esperándolo allí de brazos cruzados sobre una silla. Chispas de pasión saltaron por la sala y sus almas se unieron en un apasionado y eterno beso. Aquella mañana nunca más pudo volver por aquella puerta, amaneció en la prisión, un preso menos que alimentar, una persona menos que encerrar, tan sólo una muerte más y una eternidad repleta de felicidad. Así dejó el mundo viviendo en un sueño, muriendo por un ángel, su ángel de la misteriosa puerta.


Fin.







sábado, 15 de enero de 2011

La puerta misteriosa


Aquel joven que tantas otras veces había venido hasta aquí una vez más llegaba, se acercaba a esa puerta, puerta que como siempre seguía cerrada. Noche tras noche se hallaba ante aquella puerta infranqueable que por más que trataba de abrir era imposible. Insistía pero no podía, aquella infranqueable barrera abría un mundo de distancia entre ambos lados. Y tras esas rejas de fino y elegante cristal sentía presa su alma, embargada por el dolor de haber sido privado de su libertad.




Sin embargo allí como un libro abierto que parecía estar
en la página equivo
cada pasaba noche tras noche, enfrente de aquella puerta engañado por su subconsciente. Las noches pasaban en su encierro, bajo su lecho las ratas correteaban en busca de basura, aquel lugar inhóspito era su injusta condena, desproporcionada al crimen cometido. Con cada largo segundo de encierro deseaba conocer lo que tras aquella puerta se escondía, ignoraba que aquella era la noche, había descubierto el modo. Aquella noche a pesar de estar sumergido en la rutina era diferente, sus ojos se cerraban lentamente, dormía y de nuevo en sueños aquella puerta. Como siempre intentó por todos los medios abrirla hasta que al fin dejó volar a su imaginación, libre, al compás del viento entre los prados, las copas de los árboles, en un suspiro la puerta y el tabique que la sujetaba habían desaparecido. Las cadenas que lo sujetaban se desvanecieron con un simple guiño de ojos, y allí se encontraba completamente absorto ante lo que estaba viendo. Ante sus ojos se extendían largas praderas, allá en el horizonte se veía una columna de humo, prados llenos de colorido altas copas rozando las nubes de un claro cielo azul donde el trinar de los pájaros taladraba sus tímpanos con una dulce melodía. Avanzaba caminando despacio, con cautela, y con cada paso quedaba más maravillado, la curiosidad hizo que se acercase a ver que era aquella columna de humo.
A medida que se acercaba se vislumbraba una pequeña cabaña y un delicioso olor a comida como hacía años que jamás percibía manaba de su chimenea atrayéndolo e invitándolo a pasar. Una vez más una puerta, esta vez se encontraba abierta, un solo paso más, la obertura cada vez dejaba ver más el interior de aquella cabaña y allí dentro pudo contemplar una de las cosas más bellas que jamás había visto….





To Be Continued…..