miércoles, 4 de agosto de 2010

Soñando la eternidad.




Nací siendo un hombre libre y esclavo moriré,
tus besos me llaman y tus manos alcanzan
vivo preso y sin ti la eternidad nunca viviré
lucho por la vida eterna, mis sueños comienzan.

Me persiguen, huyo, da exactamente lo mismo
tus dedos me atrapan, forman mi dulce prisión
pruebo el veneno de tu boca, caigo en el abismo
herido de muerte, eres tú la dama de mi rendición.

Rendido caigo a tus pies y mi vida te pertenece,
más el último suspiro de mi alma no entregaré,
por un último beso tuyo mi cuerpo desfallece,
sé que desde hoy en vida y muerte te amaré.

Libre he nacido, de ti preso y esclavo estoy muriendo,
la vida me arrebatas sin dudarlo un solo momento,
un enamorado y loco corazón que por ti está latiendo,
su vida lentamente se apaga con cada agónico lamento.

Me observas ante ti mientras decides mi futuro,
contigo, vivir la eternidad, sin ti, muerte al instante.
mi sueño se desvanece, todo se ve ahora oscuro,
alzas tu brazo, y al fin muero bajo tu filo cortante.

Mi vida se ha apagado y mi alma vagará eternamente,
en mi amor me he entregado y he sufrido tu maldad,
por ti mi vida he perdido y aquí me hallo tontamente,
elegiste mi perdición, adiós a mi sueño de eternidad.

1 comentario:

  1. A mi me lastimaría profundamente la eternidad... no sé, sería como renunciar a una parte propia y característica de todo ser vivo...

    Como ser viviente que soy, también pensante (o eso quiero creer), puedo afirmar con certeza la facilidad con que una persona puede ser al mismo tiempo esclavo del sentimiento que en primera instancia le ofrecía la libertad.
    Cómo pasamos de ser verdugos a ajusticiados, es fascinante y terrorífico, sin duda!

    ^^

    Sentimientos que se encuentran al final.
    Me encanta tu métrica, ya te lo dije.
    Muchísimas gracias por esas palabras tuyas que alegran el día a una.

    Un besito

    ResponderEliminar