
Aquel joven que tantas otras veces había venido hasta aquí una vez más llegaba, se acercaba a esa puerta, puerta que como siempre seguía cerrada. Noche tras noche se hallaba ante aquella puerta infranqueable que por más que trataba de abrir era imposible. Insistía pero no podía, aquella infranqueable barrera abría un mundo de distancia entre ambos lados. Y tras esas rejas de fino y elegante cristal sentía presa su alma, embargada por el dolor de haber sido privado de su libertad.
Sin embargo allí como un libro abierto que parecía estar
en la página equivo

A medida que se acercaba se vislumbraba una pequeña cabaña y un delicioso olor a comida como hacía años que jamás percibía manaba de su chimenea atrayéndolo e invitándolo a pasar. Una vez más una puerta, esta vez se encontraba abierta, un solo paso más, la obertura cada vez dejaba ver más el interior de aquella cabaña y allí dentro pudo contemplar una de las cosas más bellas que jamás había visto….

To Be Continued…..